miércoles, 27 de abril de 2011

Botella al mar para el Dios de las palabras(Gabriel García Márquez)

(Discurso de Gabriel García Márquez ante el I Congreso Internacional de la Lengua Española)



A mis 12 años de edad estuve a punto de ser atropellado por una bicicleta. Un señor cura que pasaba me salvó con un grito: «¡Cuidado!»
El ciclista cayó a tierra. El señor cura, sin detenerse, me dijo: «¿Ya vio lo que es el poder de la palabra?» Ese día lo supe. Ahora sabemos, además, que los mayas lo sabían desde los tiempos de Cristo, y con tanto rigor que tenían un dios especial para las palabras.

Nunca como hoy ha sido tan grande ese poder. La humanidad entrará en el tercer milenio bajo el imperio de las palabras. No es cierto que la imagen esté desplazándolas ni que pueda extinguirlas. Al contrario, está potenciándolas: nunca hubo en el mundo tantas palabras con tanto alcance, autoridad y albedrío como en la inmensa Babel de la vida actual. Palabras inventadas, maltratadas o sacralizadas por la prensa, por los libros desechables, por los carteles de publicidad; habladas y cantadas por la radio, la televisión, el cine, el teléfono, los altavoces públicos; gritadas a brocha gorda en las paredes de la calle o susurradas al oído en las penumbras del amor. No: el gran derrotado es el silencio. Las cosas tienen ahora tantos nombres en tantas lenguas que ya no es fácil saber cómo se llaman en ninguna. Los idiomas se dispersan sueltos de madrina, se mezclan y confunden, disparados hacia el destino ineluctable de un lenguaje global.

La lengua española tiene que prepararse para un oficio grande en ese porvenir sin fronteras. Es un derecho histórico. No por su prepotencia económica, como otras lenguas hasta hoy, sino por su vitalidad, su dinámica creativa, su vasta experiencia cultural, su rapidez y su fuerza de expansión, en un ámbito propio de 19 millones de kilómetros cuadrados y 400 millones de hablantes al terminar este siglo. Con razón un maestro de letras hispánicas en Estados Unidos ha dicho que sus horas de clase se le van en servir de intérprete entre latinoamericanos de distintos países. Llama la atención que el verbo pasar tenga 54 significados, mientras en la República de Ecuador tienen 105 nombres para el órgano sexual masculino, y en cambio la palabra condoliente, que se explica por sí sola, y que tanta falta nos hace, aún no se ha inventado. A un joven periodista francés lo deslumbran los hallazgos poéticos que encuentra a cada paso en nuestra vida doméstica. Que un niño desvelado por el balido intermitente y triste de un cordero dijo: «Parece un faro». Que una vivandera de la Guajira colombiana rechazó un cocimiento de toronjil porque le supo a Viernes Santo. Que don Sebastián de Covarrubias, en su diccionario memorable, nos dejó escrito de su puño y letra que el amarillo es «la color» de los enamorados. ¿Cuántas veces no hemos probado nosotros mismos un café que sabe a ventana, un pan que sabe a rincón, una cerveza que sabe a beso?

Son pruebas al canto de la inteligencia de una lengua que desde hace tiempo no cabe en su pellejo. Pero nuestra contribución no debería ser la de meterla en cintura, sino al contrario, liberarla de sus fierros normativos para que entre en el siglo venturo como Pedro por su casa. En ese sentido me atrevería a sugerir ante esta sabia audiencia que simplifiquemos la gramática antes de que la gramática termine por simplificarnos a nosotros. Humanicemos sus leyes, aprendamos de las lenguas indígenas a las que tanto debemos lo mucho que tienen todavía para enseñarnos y enriquecernos, asimilemos pronto y bien los neologismos técnicos y científicos antes de que se nos infiltren sin digerir, negociemos de buen corazón con los gerundios bárbaros, los qués endémicos, el dequeísmo parasitario, y devuélvamos al subjuntivo presente el esplendor de sus esdrújulas: váyamos en vez de vayamos, cántemos en vez de cantemos, o el armonioso muéramos en vez del siniestro muramos. Jubilemos la ortografía, terror del ser humano desde la cuna: enterremos las haches rupestres, firmemos un tratado de límites entre la ge y jota, y pongamos más uso de razón en los acentos escritos, que al fin y al cabo nadie ha de leer lagrima donde diga lágrima ni confundirá revólver con revolver. ¿Y qué de nuestra be de burro y nuestra ve de vaca, que los abuelos españoles nos trajeron como si fueran dos y siempre sobra una?

Son preguntas al azar, por supuesto, como botellas arrojadas a la mar con la esperanza de que le lleguen al dios de las palabras. A no ser que por estas osadías y desatinos, tanto él como todos nosotros terminemos por lamentar, con razón y derecho, que no me hubiera atropellado a tiempo aquella bicicleta providencial de mis 12 años.

lunes, 25 de octubre de 2010

Educación socialista

Desde el año 1999, nuestro país obedece a los intereses y necesidades de una sociedad con nuevos idearios, y ve en la Educación un motor indispensable para la refundación de esta linda patria, partiendo de esta forma en las plataformas mas resaltantes que venían marcaron en la Educación, Simon Bolívar, Simon Rodríguez, Francisco de Miranda y Ezequiel Zamora.

En los actuales momentos hay mucha diatriba en cuanto a que si se pretende ideologizar a los niñ@s en las Escuelas, oponiendo a esto una parte de la sociedad, tomando como referencia lo que se ha realizado hasta hora en el Sistema Educativo, La nueva Ley de Educación que esta pendiente y la propuesta del nuevo diseño curricular, unos se oponen con basamentos otros sin argumento alguno, pero esta presente ese enfrentamiento aunque de forma pasiva.

Pero si nos ponemos a dilucidar todo esto, el nuevo diseño curricular plantea dentro sus orientaciones teóricas la Epistemológicas y Sociológicas, y ¿Qué es Epistemología?, Es una rama de la filosofía que se ocupa del conocimiento en general, ocupándose de problemas tales como las circunstancias historias, psicológicas y sociologías de una realidad. Tomando como referencia esto lo que se quiere plantear es que en la formación del nuevo republicano y republicana se considera la promoción de aprendizajes interdisciplinarios, entendidos como integración de las diferentes áreas del conocimiento, a través de las experiencias en colectivo y contextualizadas.

Para ello, es indispensable trascender la enseñanza académica, transformándola para la elaboración en colectivo y en un contexto histórico y cultural; así como desaprender procesos de construcción de saberes individuales y divididos, lo que implica un cambio profundo en la estructura del pensamiento que haga el nuevo republicano y republicana seres capaces de hacer frente a la complejidad de este mundo dinámico.

De allí pues que la Educación Bolivariana tenga el reto de acabar con la estructura rígida del modelo tradicional y promover el intercambio de experiencias que permita a todos los involucrados en el proceso educativo y valorar otras alternativas de aprendizaje; tales como: Aprendizaje experiencial, transformacional, por descubrimiento y por proyectos.

Por otro lado también se plantea como base los pensamientos claros de estos grandes hombre que marcaron la historia de nuestro país, desde una Orientación Sociológicas donde toma como referencia estos: FRANCISCO DE MIRANDA, en el cual el desarrollo educativo representa la fortaleza que tienen los individuos y pueblos, Miranda visualiza una educación constructiva, formadora de republicanos y republicanas con una perspectiva propia desde lo ideológico, político, filosófico, histórico, cultural y ambiental. SIMON RODRÍGUEZ, deriva que la escuela debe formar para la vida a través de aprendizaje para el trabajo, el quehacer creador y el pensamiento liberador de conciencia, como herramientas que le permiten al ciudadano y la ciudadana la participación activa en la vida pública y política del país. SIMON BOLÍVAR, expresaba que debía existir una estrecha y determinante relación entre la educación y la ciudadanía; es decir, que sin instrucción o formación difícilmente podían los seres humanos convertirse en los ciudadanos y ciudadanas que requería la fundación de la Republica, es por ello que en el congreso de angostura (1819) Bolívar hablaba de Moral y Luces. Donde Esta posición le otorga una alta jerarquía a la educación popular, abriendo las puertas a las tesis del Estado Educador y de la Educación como derecho social. EZEQUIEL ZAMORA, como gran social y militar, estaba dotado de una visión integral de la realidad, una profunda devoción por la justicia, la igualdad, la libertad y por la importancia que tiene cultivar nuestras raíces históricas para impulsar las luchas sociales de transformación y refundación de la Republica. También esta fundamentada en la promoción de la identidad de genero, el pensamiento humanista y ambientalista, generándose así una nueva sociedad con identidad venezolana, con sentido de justicia, fraternidad, paz, equidad y libertad; y responsables de los hechos públicos como la Tierra.

Tomando esto como referencia podemos decir con mucha claridad que en las escuelas si se quiere Ideologizar, pero tomando como crónica la historia de nuestra patria y de los hombres que por algún momento la hicieron libre con su lucha “Ideológica”.


Por: Trino Rubén Mendoza
Fecha de publicación: 03/11/08